Ayer oía en la sexta TV, un comentario sobre unas fotos publicadas por la revista “coure” echas al jugador del Madrid Guti. Donde se ve al jugador besando a un chico ú chica (“gato o gata”)- hoy día la diferencia -(como diría el sargento Ramírez) para saberlo habría que levantarles el rabo. Donde la mencionada revista lo ponían de marica para arriba. A lo que luego el jugador aclaraba que era su hermana
Y comentaban como era posible que después de haber aclarado el jugador la situación la revista en su próximo numero no halla salido al paso para desmentir lo que habían publicado y pedir disculpas públicamente. Por no haber contrastado la noticia y haber metido la pata hasta el hoyo.
Esta visto que pasar por la universidad y sacar el “titulin” no es sinónimo de veracidad y honestidad en la información.
Que a mi modo de ver, es en lo que, el informador, debería sustentar sus noticias y comentarios
Según el comentarista de la sexta debería devolver el titulo a la universidad puesto que flaco favor le hacen a los profesionales de la información “sean universitarios o curtidos en la universidad de la vida” que ven como unos energúmenos se pasan el día con el culo pegado a un sillón, no siendo capaces de contrastar minimamente las noticias.
Y luego son capaces de denunciar intrusismo en su profesión cuando no tienen ningún pudor en atacar a otros profesionales, sin importarles si les pueden perjudicar en sus trabajos o no y que darse tan panchos.
Si demandan a cada instante el intrusismo en su profesión. deberían aplicarse el cuento y no usurpar puestos en otras profesiones sobre todo ayuntamientos, cabildos, administraciones autonómicas, donde los he visto hasta de fontaneros- sin saber lo que es una llave de escuadra. Lo que me parece licito hasta cierto punto. Pues los trabajos no abundan hoy día.
Pero lo que no me parece correcto es que apliquen a los demás profesionales la ley del embudo lo ancho para mi y lo estrecho para ti
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